Seguramente has escuchado que los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo del niño y que el juego es primordial en dicho desarrollo. Pero, y ¿por qué el juego es tan importante durante esta etapa? Hay muchos estudios actuales que nos demuestran cómo el juego contribuye al desarrollo físico, emocional, social y cognitivo de los niños, así como los tipos de juegos adecuados durante esta etapa.
La definición del juego
El juego es parte de nuestras vidas, seamos niños o adultos. Por eso, puede tener diferentes definiciones y características según su tipo. Sin embargo, en esencia, el juego es una actividad que se realiza de manera libre y voluntaria, sin una finalidad inmediata ni predeterminada. Lo único que se espera es una experiencia placentera y enriquecedora para sus participantes. En otras palabras, el juego es una actividad que se realiza por la satisfacción que produce en sí misma, no porque se busque algún beneficio o recompensa específica. ¡Lo increíble es que, como consecuencia natural del juego, se obtienen muchos beneficios!
El juego contribuye de manera significativa el desarrollo de todos los niños
Los niños juegan para divertirse, experimentar y explorar el mundo que les rodea. Como consecuencia, también aprenden. Durante el juego, los niños desarrollan habilidades físicas, cognitivas y emocionales indispensables para su vida.
El Juego contribuye al desarrollo físico y cognitivo de los niños.
El juego activo forma una parte muy importante del desarrollo de todos los niños. Incluso se habla de que el cerebro del niño aprende mejor en movimiento, ya que durante el juego físico los niños aprenden y descubren muchas habilidades, además de empezar a entender sus cuerpos y fortalecer conexiones con su cerebro. En otras palabras, al permitir el movimiento constante en nuestros niños, no solo estamos permitiendo que el área física se desarrolle de manera óptima, sino que también estamos fortaleciendo un vínculo con las áreas cognitivas. Cuando un niño corre, salta, trepa, saca, mete y juega activamente, practica y desarrolla habilidades motoras finas y gruesas, fortalece sus músculos y mejora su coordinación.
En cuanto a las áreas cognitivas, el juego también fomenta el desarrollo del lenguaje, la memoria y la atención. Durante el juego, los niños utilizan palabras, símbolos y reglas en sus interacciones. A su vez, el juego estimula el pensamiento creativo, crítico y el razonamiento lógico. Los niños resuelven problemas, toman decisiones, experimentan nuevas ideas y aprenden a planificar estrategias de forma natural durante el juego. Todas estas habilidades son sumamente importantes para su desarrollo cognitivo.
El juego contribuye al desarrollo social y emocional de los niños
Durante el juego, los niños tienen la oportunidad de comprender normas sociales y practicar habilidades sociales. El juego promueve la interacción y la comunicación entre los niños, enseñándoles a compartir, negociar, cooperar y resolver conflictos de manera constructiva.
En cuanto al desarrollo emocional, el juego ofrece un espacio seguro y familiar donde los niños pueden explorar y expresar sus emociones. A medida que se enfrentan a diversas situaciones imaginarias, aprenden a manejar la frustración, el miedo, la alegría, etc. Durante estas experiencias de juego, tienen la oportunidad de experimentar roles y emociones que les ayudan a desarrollar la autoestima, la confianza en sí mismos y habilidades para regular sus emociones. También pueden proyectar o practicar experiencias propias de su vida cotidiana, lo cual les ayuda a entender e internalizar muchas de ellas.
Los tres tipos de juegos principales en la primera infancia
Existen distintos tipos de juegos y es importante entender que estos tipos de juego van apareciendo en diferentes etapas y no son exclusivos, sino que pueden entremezclarse entre sí. Es esperado que los niños suelan combinar diferentes formas de juego y aprendizaje en su desarrollo.
En la siguiente tabla encontraras los tres tipos de juegos principales en la primera infancia (0-5 años), sus definiciones, cómo contribuyen al desarrollo del niño y algunos ejemplos cotidianos:
Es importante fomentar el juego en el entorno familiar
A menudo creemos que el juego requiere mucho, muchos juguetes, espacio, planificación y mucha compañía. Sin embargo, ¿sabías que existen formas sencillas de fomentarlo en tu entorno familiar? Aquí te comparto algunas estrategias básicas para promover el juego con tus pequeños.
- Crea un ambiente seguro y acogedor.
Selecciona un espacio que permita a tu hijo jugar sin preocupaciones. Minimiza los riesgos físicos y asegúrate de que sea un “YES SPACE” (espacio libre para sumergirse en cualquier tipo de juego) donde haya libertad de movimiento, exploración y creatividad. Demasiadas restricciones solo limitan la creatividad y curiosidad del niño.
- Proporciona tiempo y espacio emocional para jugar.
Los niños necesitan suficiente tiempo y espacio emocional a la hora del juego. Brinda a tus hijos un ambiente de juego donde se sientan aceptados y sus intereses sean valorados tal como son.
- Escucha y acompaña.
No intentes liderar el juego ni dictar cómo se juega. Deja que tus hijos sean libres de pensamiento y utilicen su creatividad. Muchas veces, tu presencia es suficiente. No siempre tienes que ser un jugador, a menos que tus hijos asi te lo pidan. Muchas veces solo necesitan tu presencia, tu mirada.
- Incorpora el juego libre en la rutina diaria.
Intenta que tus hijos tengan un equilibrio entre actividades programadas y juego libre en casa. A menudo creemos que cuantas más actividades estructuradas tengan, mejor será para ellos, pero en realidad solo estamos creando niños agotados y frustrados. Dedica igual cantidad de tiempo libre para jugar en casa o en el parque.
- No le temas al aburrimiento.
Muchas veces queremos mantener a nuestros hijos entretenidos todo el tiempo. ¡Déjalos aburrirse! Es saludable e importante para su desarrollo. Cuando los niños se aburren, surgen cosas increíbles de su imaginación y creatividad.
En conclusión, el juego es fundamental en la vida de los niños. A través del juego, desarrollan habilidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales que sientan las bases para su crecimiento y desarrollo futuro. Al proporcionar un entorno familiar que fomente el juego, les brindamos la oportunidad de explorar, aprender, imaginar y relacionarse con el mundo de manera natural y saludable. No es necesario contar con grandes recursos o complicaciones, sino con tiempo, espacio emocional y libertad para que los niños sean ellos mismos. De esta manera, contribuimos activamente a su bienestar y desarrollo integral.